Finalmente llegó el día en que debutamos como fotógrafos de bodas, algo para lo que nos veníamos preparando y que teníamos muchas ganas de hacer hace bastante tiempo, pero que no queríamos apurar hasta no sentirnos 100% seguros y, sobre todo, hasta tener bien en claro de qué forma iba a hacer el registro y mostrarlo. Este casamiento fue muy grande en todo sentido: un lugar enorme con interiores y exteriores, muchos detalles en la ambientación, muchos invitados (270!) y mucho rockanrol! Por eso fue un gran desafío pero a la vez un gran incentivo.
Párrafo aparte se merecen Julieta y Pablo que confiaron en nosotros sin haber visto más que algunos trabajos en otras ramas de la fotografía y que se encargaron de organizar una fiesta tan divertida como emotiva donde se respiraba buena onda en cada rincón: MUCHÍSIMAS GRACIAS! Esperamos que todo esto se vea reflejado en el compilado de fotos que les presentamos a continuación.