Esta no es la historia de un amor a primera vista… ni a segunda. Esta es la historia de un gran amor al que le costó un par de vistazos de más para mejorar al primero. Dos protagonistas: una en Capital, el otro en San Nicolás. Un torneo de polo fue la excusa que el destino le puso a Flor para acercarse a los pagos de Nico. Así se conocieron amigos de por medio. El sol y el campo: todo muy lindo, pero terminó el finde y nada por aquí ni nada por allá. Tiempo después, estos amigos en común se casaron y al susodicho le picó el famoso bicho al ver a la nueva Flor con sus encantos renovados. Salida bien puntual para dar una buena impresión, cena, miradas y… tarea cumplida. Como quien no quiere la cosa, se contagiaron el bichito y Flor le puso segunda a un motor que no paró más. Conviviendo desde el pasado diciembre en San Nicolás, un día se dicidió y entre titubeos, Flor le respondió con un “obvio tontoooo”. Ahora sí, inspirados por los aires de campo, sin prisa y con calma, comenzaron los preparativos hasta que llegó el gran día. Era uno de esos como cualquier otro en Theobald, un pueblito cercano de un par de manzanas. Un día perfecto: sol radiante, campos pintados de amarillo, capilla diseñada por ángeles personales, algún que otro pájaro volando por ahí y un bondi azul llegando cargado de gente sedienta de fiesta. Con ustedes, los resultados!
Salón: Estancia El Tinajón • Getting Ready Novia: San Nicolás Plaza Hotel • Iglesia: Capilla Santa Ana (Theobald) • DJ: Diego “Lanchita” Antonelli • Vestido: Xiao Ming • Ambientación: DIY (A cargo de la novia y su mamá) • Catering: Grupo Tanne • Make Up y Peinado: Sofia Orsay • Ramo: Mamá de la novia